El domingo se vió algo diferente a las carreras habituales; el pasado fin de semana comenzó la acción en el mítico circuito de Lowe’s Motor Speedway en Charlotte, Carolina del Norte, la cuna de la NASCAR. Viene a ser el Silverstone en la Fórmula 1, la carrera local de los constructores (con el permiso de Daytona).
La semana en Lowe’s terminará con una de las mayores carreras del año, la más larga del campeonato, la COCA-COLA 600 (1000 km) el próximo domingo. Pero este fin de semana pasado se disputaron las pruebas de exhibición de mitad de temporada de la NASCAR, no puntuables para el campeonato; solo para divertir a la afición.
En un recinto abarrotado hasta la bandera, de noche y con las luces brillando en los coches, se disputaron primero la Nextel Open, y luego el esperado Nextel ALL-STAR CHALLENGE (como en la NBA).
Yo no conocía el funcionamiento, pero el procedimiento es el sigueinte:
> La Nextel Open es una carrera de solo 30 vueltas. En ella pueden participar todos los coches cuyos propietarios quedaron entre los 50 primeros clasificados al final de la temporada pasada, así como los 50 primeros en la presente antes de esta prueba. De todos ellos, solo los pilotos que:
– Nunca han sido campeones de la NASCAR,
– Nunca han ganado el ALL-STAR en ediciones anteriores,
participan en la prueba.
El ganador de la carrera de 30 vueltas (incluyendo vueltas con bandera amarilla) GANA el derecho a participar en el ALL-STAR.
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Formación de la Nextel Open. Scott Riggs (#10) y Denny Hamlin (#11) en la primera fila |